Periodismo científico
jueves, 20 de noviembre de 2014
martes, 29 de noviembre de 2011
¿Cambio climático?
El cambio climático es uno de los grandes temas de conversación y preocupación en los últimos años. Pero hay una diversidad de opiniones respecto a su existencia y sus causas. En primer lugar, parece que este calentamiento es evidente y que una de sus causas más relevantes es el ser humano. Por otra parte, algunos sostienen que no hay calentamiento global o que si lo hay, no es causado por la actividad del hombre. ¿Cómo es posible que haya opiniones tan contrarias? ¿Acaso caben las dos posturas?
¿Cuándo se comenzó a hablar del calentamiento global? Desde hace más de medio siglo, pero lo que está claro es que desde que apareció Al Gore con su vídeo de Una verdad incómoda (An Inconvenient Truth), el tema dejó de ser propio de los científicos para pasar a todos los ámbitos. Salió a la venta como DVD a finales del 2006 en Estados Unidos, y en España se empezó a ver en la televisión a finales de 2008. Así que ahora hablan del cambio climático los políticos, empresarios, albañiles, peluqueros y estrellas de cine. Parece como si todo el mundo tuviera que opinar y tomar una postura frente a él.
¿Qué es?
¿Sabemos lo que es el cambio climático? Todos los que están en contra o a favor de él parece que sí saben lo que es. Ahora bien, ¿saben realmente lo que es? Cualquiera contestaría que el cambio climático hace referencia al aumento de temperatura que está experimentando el planeta en los últimos años. Además, algunos con un poco más de conocimientos añadirían que se debe al efecto invernadero y la emisión de gases que contribuyen a ese efecto: el vapor de agua, el metano y el dióxido de carbono (CO2).
Pero ¿qué hacen estos gases? ¿Qué es el efecto invernadero? Un artículo de The National Geographic titulado The Carbon Bathtub, ofrece una explicación sencilla de lo que ocurre. Se basa en la idea de que el mundo es como una bañera. Ésta tiene un grifo como única fuente para llenarla de agua y varios agujeros por los que el agua sale de la bañera. De modo que, en la analogía, el grifo es el calor solar que llega a la tierra, y los agujeros son las distintas cosas que absorben el calor como las plantas, el océano, los sedimentos y las piedras. Ahora bien, se tiene en cuenta entre esos agujeros el hecho de que mucho calor rebota y sale de la tierra y es aquí donde está el problema. Los gases que favorecen el efecto invernadero retienen el calor, por tanto, es como si taparan un agujero por el que el calor sale de la tierra, provocando, en el caso de la bañera, que el agua se desborde.
Con esto no se puede pensar que toda emisión de esos gases es perjudicial, porque eso es falso. Se necesitan este tipo de gases que favorecen el efecto invernadero, es decir, que impiden que salga despedido todo el calor que nos da el sol, porque sin ellos la temperatura descendería 60 grados centígrados en todo el planeta y, por tanto, lo haría inhabitable. Se requiere mantener cierto calor, pero quienes están a favor del cambio climático apuntan que se está reteniendo demasiado.
Cabe preguntarse: ¿por qué se menciona casi siempre el CO2 cuando en realidad hay otros gases que hacen que el efecto invernadero sea mayor? La respuesta es sencilla, porque el hombre es una de las causas principales de emisión del gas. ¿Por qué el hombre favorece que haya más dióxido de carbono? El ecólogo Arturo Ariño apunta que “esto se debe principalmente a dos mecanismos: quemar combustibles fósiles, a saber, carbón, petróleo y gas natural y cambiar la cantidad de terreno que está cubierto por vegetación: la deforestación”. De modo que el hombre no sólo emite más dióxido de carbono sino que también reduce la capacidad de la tierra para absorberlo, ya que los árboles son mecanismos importantes de absorción del gas. Volviendo a la imagen de la bañera, los árboles son uno de los agujeros por los que sale el calor solar y si desaparecen, se pierde otro agujero.
Así, algunos creen que el problema es que el hombre está emitiendo más gases de los que permitirían tener una temperatura adecuada a la tierra, provocando así el sobrecalentamiento y sus funestas consecuencias. El Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC), grupo internacional creado por las Naciones Unidas para evaluar el cambio climático, señala estas consecuencias: el deshielo de los dos polos y la consecuente subida del nivel del mar, el aumento de precipitaciones, la migración de animales a distintas zonas del planeta y la proliferación de insectos. Además, advierte que de continuar la crecida de la temperatura podrían aumentar la fuerza y frecuencia de huracanes y tormentas.
Divergencia científica
Así se explica el cambio climático, pero no todos los científicos están de acuerdo con esta explicación, aunque son una minoría. Un reporte que se presentó al Senado de Estados Unidos a finales de 2008 contenía la firma de más de 700 científicos de todo el mundo que no compartían la idea de que el calentamiento global fuera causado por el hombre. La mayoría de estos científicos sostienen que hay ciclos de calor en la tierra y que los datos de temperaturas se han empezado a registrar hace muy poco tiempo. Piensan que estamos en una parte del ciclo en que el planeta está más caliente, pero con el tiempo volverá a estar más frío. En fin, que el hombre no influye en el calentamiento ni en el enfriamiento de la tierra.
Esta postura sobre el cambio climático se trasluce en un vídeo para responder al de Al Gore que se llama El gran fraude del calentamiento global (The great Global Warm Swindle). Utiliza recursos parecidos a los de Al Gore para concluir una cosa completamente contraria. Este vídeo fue hecho en 2007 por Channel Four de Gran Bretaña.
Pero, ¿es verdad que hay esta divergencia? Según el profesor Arturo Ariño las discusiones sobre el cambio climático no son tan agudas como a veces se nos presentan. “Los científicos no discuten que haya cambios climáticos—dice el ecólogo—. Que el clima esté cambiado ahora con respecto a un período anterior, tampoco parece muy discutible. Que el cambio sea causado por la actividad humana se discute relativamente poco. Se discute sobre la magnitud de esa contribución y si existen o no existen otros fenómenos que no estamos teniendo en cuenta y que no conocemos lo suficientemente bien como para poder saber exactamente qué ocurre”. Así pues, los científicos no están seguros de cuál es el principal factor del cambio climático, pero sí están seguros de que el hombre contribuye a él.
A España, ¿qué?
Se habla de calentamiento a nivel global, pero eso, ¿en qué afecta a España? Según al Climate Vulnerability Monitor 2010: The State of the Climate Crisis, España es un país que se resentirá mucho en los próximos 20 años por el calentamiento, sobre todo, lo padecerá el hábitat español. Según el estudio, la vulnerabilidad de España es máxima y para 2030 el país sufrirá una desertificación. También apunta que el país no es el que corre mayor riesgo, ya que no afectará tanto a la economía y la salud.
Parece conveniente apuntar que España ha aumentado su emisión de CO2 de manera considerable. Según el IPCC en 1960 sus emisiones eran de 1,69 toneladas métricas per cápita y en la actualidad han superado las 8 toneladas métricas per cápita. Pero se han tomado medidas y las emisiones se han reducido debido a una disminución en el empleo de combustible y el uso de energías renovables, según el sumario de resultados del Inventario de gases de efecto invernadero en España, hecho por el Ministerio de medio ambiente, y medio rural y marino.
¿Hay alguna solución?
Y entonces, ¿qué se puede hacer? El profesor Ariño se muestra escéptico ante la posible disminución de emisiones de dióxido de carbono por parte de la humanidad porque “al planeta no le importa la ética. A la atmósfera le da exactamente igual que la emisión de CO2 venga de los ciudadanos americanos o de ciudadanos chinos. El principal emisor de estos gases es China y está fuera de cualquier medida de control. Es irrelevante lo que se haga en Norteamérica y Europa si en China, Brasil e India se hacen más de dos tercios de las emisiones del gas actualmente”.
Así pues, son los países en vía de desarrollo quienes más favorecen al cambio climático. El profesor de la Universidad de Navarra apunta que “las estrategias de reducción de emisiones son socialmente incómodas porque suponen un cambio en el estilo de vida que en general la gente no está dispuesta a admitir”. De modo que hace falta un consenso mundial para hacer frente al problema. Pero esto es muy difícil de conseguir. Además, la tecnología para reducir la cantidad de emisiones existe, pero es muy cara. Por lo que se puede concluir que para la gran mayoría del mundo estas tecnologías están fuera de su alcance. Habrá que esperar los frutos de la Convención de Naciones Unidas sobre Cambio Climático que se está celebrando ahora y terminará el 9 de diciembre.
viernes, 4 de noviembre de 2011
TeleNatura 2011

jueves, 3 de noviembre de 2011
Wild Scandinavia. Norway


martes, 1 de noviembre de 2011
Japón, país único


sábado, 29 de octubre de 2011
El estilo nautilus
Los siguientes dos documentales son retratos ecológicos:
Kingdom of the forest
En cambio los siguientes son documentales geográficos:
Wildes Deutschland – Die Berchtesgadener Alpen
Wildes Skandinavien
Como es lógico, ambos documentales se centran en la naturaleza, pero no de la misma forma. Por lo que ahora conviene ver qué tienen de particular cada uno de estos estilos de documentales.
El retrato ecológico es el preferido de Jan, porque le ofrece más posibilidades. Con estos documentales se procura mostrar un ecosistema. Por ejemplo, los bosques o un campo de trigo. No está restringido a un espacio en concreto, por lo que se pueden tomar imágenes de distintos sitios y mantener la unidad del ecosistema mediante el montaje. Permite recrear un ecosistema ideal, pues se presentan en una misma película y con una unidad la vida de los diversos seres vivos de ese ecosistema, aunque en la realidad es imposible que coincidan todos en uno. También se pueden usa imágenes de estudio para este tipo de documentales, recreando unas madrigueras, por ejemplo. Esto permite ver escenas que en la realidad son imposibles de grabar. El criterio que siguen para hacer tomas en el estudio es el siguiente: se graba en estudio lo que no se puede grabar fuera. El hilo conductor de este tipo de documentales son los animales y su vida.
En cambio, en los documentales geográficos los ecosistemas se rompen, porque no responden a las divisiones humanas. La limitación más grande de este tipo es precisamente el límite geográfico. Sólo se pueden usar imágenes filmadas en esa región específica, por lo que la grabación es más complicada. Se le otorga protagonismo a la tierra. Hay muchas imágenes de la geografía. No se sigue tanto la trayectoria de una animal, pues se trata de dar una perspectiva de todo lo que se puede encontrar en ese terreno. Se hace hincapié en los seres característicos de esa región, pues como es lógico hay muchos animales o plantas que se pueden encontrar en otros sitios. Busca resaltar la peculiaridad de una región determinada.
viernes, 21 de octubre de 2011
El dolor y sus consecuencias psicológicas
El tratamiento de pacientes con dolor crónico tiene un componente psicológico
Uno de cada cinco europeos padece dolor crónico, es decir, un dolor que persiste más de tres meses, según el último estudio realizado por la prevalencia del dolor en Europa. En España el porcentaje es menor, uno de cada diez (11%), pero la intensidad y la duración suelen ser mayores a las del resto de países europeos. Además, el tratamiento de estos dolores requiere un gran esfuerzo económico. Por ejemplo, en Europa, los dolores de espalda en la zona lumbar (parte baja de la columna) suponen cada año alrededor del 1.9% del Producto Interior Bruto (PIB). Los pacientes más crónicos, que son el 20%, producen el 70% de los costes globales.
Ahora bien, los efectos del dolor crónico no se reducen al esfuerzo económico, ya que también tiene consecuencias psicológicas como la depresión, la ansiedad y la ira. En España estas repercusiones dejan una huella más visible, ya que el 29% ( aproximadament
e una de cada tres) de las personas que padecen dolor crónico sufren también depresión. De modo que la terapia psicológica adquiere especial relevancia para el tratamiento de este tipo de dolores. Por esto, Jenny Moix y María Isabel Casado han hecho un protocolo llamado Manual del Dolor, donde describen técnicas del tratamiento cognitivo-conductual, que es una de las terapias psicológicas más efectivas a este respecto.
Los autores del Manual del Dolor buscan que más clínicas empleen este tratamiento, ya que no había en el país un protocolo sistematizado que describiera su aplicación. Además, en España hay pocos médicos que se dediquen a esta tarea. Carlos Barutell, director de la Sociedad Española del Dolor, afirmó en 2008 que menos de la mitad de las clínicas del dolor cuentan con un psicólogo y sólo el 30% de ellos trabaja a tiempo completo.
Las técnicas congnitivo-conductuales son las terapias psicológicas más empleadas con pacientes que padecen dolores crónicos y han demostrado ser eficaces. Esta técnica no sustituye el tratamiento médico, sino que se aplican conjuntamente. Los pacientes que son tratados con ambas técnicas (la médica y la psicológica) han mostrado una reducción del dolor, de la incapacidad y de los estados de ánimo negativos.
En el protocolo se describen 10 sesiones grupales y dos individuales. Las sesiones grupales se dividen en tres partes: comentar las tareas realizadas en casa, la explicación de la temática de ese día y, por último, se proponen las tareas que se deben hacer en casa. En cambio las sesiones individuales tienen como finalidad comprobar la asimilación de los pacientes de los temas de las sesiones.
Ahora bien, la técnica cognitivo-conductual no es la única terapia psicológica que existe. La relajación es una de las técnicas alternativas. Ésta se basa en el hecho de que el dolor provoca tensión y en algunos casos ansiedad, lo cual puede aumentar el dolor. Resulta efectiva para los dolores de cabeza, pero no es eficaz si se aplica sola, es decir, sin algún otro tratamiento médico.
Otra técnica psicológica es la hipnosis. Según quienes aplican esta técnica, el dolor se ve influenciado por emociones, pensamientos y conductas, por lo que busca cambiar alguno de estos factores para reducir el dolor.
Las técnicas operantes, otra alternativa, se dirigen a tratar el factor conductual del dolor, por ejemplo, las quejas de dolor, cambios de postura, expresiones faciales y conductas de evitación. Esta técnica busca reducir o eliminar las conductas de dolor, restaurar actividades que se evitaban e instaurar el ejercicio físico. Aunque en algunas revisiones ha mostrado cierta efectividad para tratar los dolores de espalda en la zona lumbar, no se ha llegado a la conclusión de que sea el tratamiento que los médicos deban prescribir a pacientes con este dolor.
También hay otros tratamientos como el biofeedback, la terapia de aceptación y compromiso, mindfulness y la escritura emocional. Cabe destacar que la terapia de aceptación y compromiso tiene buenos resultados, porque quienes aceptan el dolor suelen indicar que la intensidad del dolor es menor que aquellos que no lo aceptan.